Béisbol

El secreto de la Pequeña Liga Coquivacoa para mantenerse activa y exitosa, aun en pandemia

El Directorio Nacional de PL dio inicio a los interligas y Coquivacoa fue designada sede de la eliminatoria junior. Los visitantes fueron sorprendidos con un complejo en pleno funcionamiento.

 

A mediados de 2021, cuando la pandemia del coronavirus azotaba con fuerza la vida deportiva en toda Venezuela y mantenía lejos a los niños de los estadios de las Pequeñas Ligas, en el complejo Nerio “Camarita” Flores de San Jacinto, se hacían pequeños trabajos de mantenimiento que apuntaban a una posible reactivación bajo el esquema siete más siete que seguía en plena vigencia.

Fueron casi dos años de paralización de actividades en todo el país, situación que golpeó con rigor a este movimiento de pelota dejando a muchas ligas desactivadas, a otras moribundas y a un pequeño número sobreviviendo con lo básico, entre ellas, Coquivacoa.

Voluntariado, padres, representantes y patrocinantes mantienen las instalaciones.

“Nosotros no bajamos la guardia con el mantenimiento de las instalaciones. Aun cuando no había juegos, nos mantuvimos pendiente de atender los requerimientos mínimos para que los estadios se mantuvieran”, relata Ángel Fuenmayor, presidente del circuito de PL más antiguo de Venezuela.

Con una situación económica precaria, sin actividad ni ingresos, nuevamente la fuerza del voluntariado metió el hombro y “con apoyo de padres, representantes, amigos y patrocinantes se logró dar servicio al terreno, limpiar, pintar y dar un mantenimiento general al complejo”, acota Fuenmayor.

El Directorio Nacional de PL dio inicio a los interligas tras dos años suspendidos y Coquivacoa fue designada sede de la eliminatoria junior. Los visitantes fueron sorprendidos con un complejo en pleno funcionamiento, con todas sus áreas retocadas y limpias, sin rastros de inactividad, ejemplo de eficiencia en quienes pilotean estas instalaciones.

Sin embargo, al circuito fundado en 1955 también le ha afectado la pandemia, aunque en menor grado. “Nosotros teníamos hasta cuatro equipos por categoría, más de 1.000 niños, ahora apenas llegamos a los 400, pero queremos apoyar al Directorio con nuestra experiencia para ayudar a que las ligas más afectadas se recuperen y en general todo el movimiento”, resaltó el directivo.

El mecanismo para el éxito de la liga en estos tiempos difíciles se sustentó en “organizar torneos amistosos, previo acuerdo con técnicos y delegados, en plena pandemia, guardando las medidas de bioseguridad ordenada por los organismos que nos autorizaron para ello”, explica Fuenmayor.

Los tres estadios que conforman el complejo están aptos para la competencia.

Luego de ese primer paso los representantes manifestaron su intención de aportar para los gastos requeridos y “continuamos con los torneos gracias al esfuerzo mancomunado de toda la comunidad deportiva de la liga y a un efectivo trabajo de autogestión. Esa integración nos mantuvo activos y hoy podemos presentar a nuestros visitantes estas hermosas instalaciones”, señala.

Fuenmayor manifestó que el complejo requiere una inversión mayor, que escapa de las manos del voluntariado, pues se trata de rescatar el alumbrado por lo que esperan el apoyo del sector oficial.

Luis Bravo

Foto: Luis Bravo

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