Béisbol

La historia del mexicano Fernando «El Toro» Valenzuela y la «Fernandomanía»

El ascenso, su mejor temporada, los números que dejó y la extraña forma de lanzar

 

Fernando «El Toro» Valenzuela, notable por su singular forma de lanzar, marco tendencia con los Doger de los Ángeles en la década de 1980 dando origen a la famosa «Fernandomanía» con la que alcanzó el éxito en las Grandes Ligas y hoy se le considera una leyenda viviente del béisbol.

El pasado 19 de julio Valenzuela volvió a subir a la lomita de la Gran Carpa, tras su retiro del béisbol en 2006, a hacer el lanzamiento inaugural del Juegos de las Estrellas, que se realizó en el Dodger Stadium.

Nació el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila poblado de Navojoa, estado de Sonora, México. Sus padres eran campesinos y con los escasos recursos que les producían estas labores lograron criar a sus 12 hijos de los que Fernando era el menor, reseña un reportaje sobre «El Toro» que publicaron el canal de Youtube Elchase e Historia detrás del mito de TV Azteca.

Era un pueblo con pocas distracciones y los niños pasaban la mayor parte del tiempo parcticando deportes, entre ellos el béisbol, muy popular en la región y Fernando se sintió atraído por este deporte desde los cuatro años donde tres de sus hermanos ya lo practicaban de mucho antes.

En esta época Valenzuela solía jugar en los jardines, pero un día su equipo perdía por una ventaja muy grande y el zurdo pidió la oportunidad de lanzar, rol que desempeñó muy bien en la primera vez y desde entonces se quedó como lanzador iniciando así un rápido ascenso en su carrera deportiva.

Los primeros pasos como profesional los dio con Mayos de Navojoa en un torneo nacional y en los Cafeteros de Tepic de la Liga Invernal del Noroeste llamando la atención del equipo Tuzos de Silao de la Liga Central, quienes le ofrecieron su primer contrato por 250 dólares en 1977 con 16 años.

De allí pasó a Leones de Yucatán donde Fernando tiene una de sus primeras temporadas más destacadas convirtiéndose en el mejor jugador del equipo que daba la cara ganándose el respeto de compañeros y rivales.

Llegada a las Grandes Ligas

MLB había enviado scouts a la región y lo detectaron recomendándolo al cazatelento de los Dodger, Mike Brito, quien estaba evaluando a un campo corto dominando por Valenzuela en el mismo partido. Brito quedó encantado y envió sus informes a los Dodger, quiene apostaron por el mexicano en 1979 comprando su ficha por 120 mil dólares.

Lo enviaron a las ligas menores donde tuvo un rápido ascenso desde clase A hasta triple A. En esta fase el lanzador Roberto Castillo, compañero de equipo, le enseñó lo que sería su lanzamiento estelar, el screwball o tirabuzón.

Valenzuela debuta en las Grandes Ligas el 15 de septiembre de 1980 como relevista ante los Bravos lanzando dos entradas sin permitir carreras y termina la temporada con 17 innings lanzados sin recibir daños notables.

Durante el inicio de la temporada de 1981 el mánager Tom Lazorda se encontró con problemas de lesiones en su cuepo de abridores dándole confianza al novato mexicano colocándolo de tercer abridor de los Dorger en esa campaña.

Sin embargo, el primer partido de Valenzuela como abridor llegó antes pues Jerry Reuss, abridor estelar del equipo, se lesionó poco antes del primer juego y Lazorda le entregó la pelota al novato zurdo.

«El Toro» no defraudó y se lució con una blanqueada 2-0 ante los Astros combinándose con Mike Escioscia detrás del plato. En ese momento Dodger descubrió que tenía una nueva joya en su rotación.

La «Fernandomanía»

Comenzó la leyenda que ese mismo año alcanzó grandes dimensiones con ocho victorias en su primera temporada, de ellos, cinco fueron por blanqueda.

Además de sus espectaculares actuaciones Valenzuela se hizo conocido por su famoso estilo de lanzar mirando al cielo antes de cada envío. La fanaticada de los Dodger se familiarizó con la nuev estrella del montículo desatando lo que se conoció como la «Fernandomanía».

Cda vez que el «Toro» lanzaba era un lleno total, tanto en el Dodger Stadium como en cualquiero otro escenario. Su primera temporada completa la terminó con marca de 13 ganancias y 7 derrotas, 2.48 de efectividad y 180 ponches en 25 aperturas.

Estos números fueron suficientes para que se le reconociera con el premio Cy Young al mejor pitcher de la Liga Nacional y premio al Novato del Año siendo para entonces el primer y único jugador en lograr ambos galardones el mismo año.

También recibió bate de plata por ser el mejor lanzador con el madero. La joya de esta corona la puso el título mundial alcanzado por los Dogder ese año derrotando a los Yankees de Nueva York en seis juegos con «EL Toro» logrando una victoria de juego completo en el tercer encuentro.

Desde allí su carrera fue en ascenso convirtiéndose en uno de los mejores abridores de las Grandes Ligas entre 1981 y 1986, periodo durante el cual no faltó a ningún Juego de Estrellas imponiendo grandes marcas.

Su mejor temporada fue la de 1986 dejando 21 ganancias y 11 derrotas, 3.14 de promedio de carreras permitidas y 242 ponches en 34 aperturas, pero no pudo lograr el Cy Young quedando segundo en la votación.
Llegan las lesiones y el retiro

Sus lesiones comenzaron bastante temprano producto de tantos episodios seguidos y al enorme esfuerzo por lanzar el tirabuzón. En 1988 comenzó con probelmas en su hombro abandonando la temporada antes de finalizar y no pudo retornar a la postemporada en la que los Dodger salieron campeones nuevamente.

En medio de esas complicaciones Fernando lanza un juego sin hits ni carreras en junio de 1990 con victoria 6-0 ante San Luis consiguiendo uno de los trofeos que le faltaban a su prolífica carrera.

Ese logro fue uno de los últimos con el equipo pues por sus problemas para lanzar, los Dodger toman la dura decisión de dejarlo libre para la temporada de 1991 y es firmado por los Angelinos de California donde no pudo completar ni una temporada.

De allí vuelve a sus tierras tratando de recuperar confianza y nivel en 1992 jugando con los Charros de Jalisco en la Liga de Verano en México. En 1993 vuelve a las Grandes Ligas con un efímero paso con Orioles, Filis y Los Padres cerrando un buen año durante la temporada de 1996.

En julio de 1997 se retira del viejo circuito lanzando para los Cardenales de San Luis.
Sus últimos destellos como jugador los disfrutó la fanaticada de la Liga del Pacífico mexicana donde jugó con Águilas de Mexicali de 2004 a 2006 cuando definitivamente terminó su carrera deportiva.

 

 

Sus números totales en Grandes Ligas fueron así:

173 juegos ganados y 153 derrotas
Efectividad 3.54
Ponches: 2074
Juegos: 453
Temporadas: 17

Algunas curiosidades

Tras su retiro Valenzuela comenzó carrera como comentarista en español de los Dodger.

Como bateador fue muy destacado dejando marca de 10 jonrones e impulsó 84 carreras para un promedio de .200. El receptor Mike Scioscia aprendió a hablar español para comunicarse con él pues Fernando no hablaba el inglés.

Fue parte del cuepor técnico de la seleción nacional de México en los Clásicos Mundiales del 2006, 2009 y 2013.
Su peculiar mecánica de lanzar obligó a autoridades a detener el juego para revisarle pues los bateadores alegaban que podía tener algún truco escondido, pero nunca le encontraron nada.

El día que lanzó su juego sin hits ni carreras se enteró que Dave Stwart, de los Atléticos, había lanzado uno horas antes y dijo en tono de broma luego de los entrenamientos: «Bueno ya vieron un juego sin hit ni carreras por televisión, ahora verán uno en vivo».

Fuente: Canal de Youtube Elchase, Historia detrás del mito de TV Azteca
Foto: Tomada del canal Youtube Elchase / Agencias

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