Béisbol

Rigoberto Mora, un peloterazo que cambió el béisbol profesional por la industria petrolera

Entre sus pergaminos resalta el subcampeonato de Venezuela en 1961 jugando en el campo corto.

 

Rigoberto Mora es una de esas glorias de Venezuela dispersas en el firmamento que dejaron su brillo en las páginas de la historia deportiva nacional y que, al revisar, solo cuentan maravillas de su paso por el béisbol.

Sus picos más altos fueron como pelotero de la selección nacional juvenil bajo la dirección técnica de Pompeyo y Víctor Davalillo y posteriormente, ya en su última fase antes del prematuro retiro, al mando de Antonio Bríñez en el béisbol romántico del Zulia.

Hizo equipo, entre otros reconocidos peloteros de la época, con Guillermo «Memo» Larreal y César Guiérrez. A este último lo desplazó del campo corto tras suplantarlo en un juego durante el cual lo hizo tan bien que se quedó en esa posición.

Oriental

Mora nació en el estado Monagas y se vino al Zulia a muy corta edad. Terminó sus estudios de bachillerato como técnico petrolero y comenzó a trabajar en la industria con la Creole Petroleum Corporation.

«Trabajando con la industria me llamaron a un campeonato vacional juvenil en 1958 que organizaba la compañía en Tía Juana», recuerda.

«Yo había participado en el primer Campeonato Nacional infantil que se organizaba en Venezuela representando a Monagas en Caracas. Luego, en el Distrito Bolívar se realizó el primer Campeonato Distrital. Ahí quedamos sub campeones», relata.

Añade que clasificaron dos equipos y fueron al primer campeonato estatal de béisbol en el Zulia jugado en Maracaibo. Quedaron campeones estatales y fueron a representar al Zulia en el segundo Nacional juvenil realizado en Valencia.

«En ese nacional yo no tenía la edad reglamentaria, pero finalmente me aceptaron y Zulia quedó sub campeón detrás de Lara. Después participé en todos los campeonatos distritales y estatales y asistí al tercer Nacional en caracas. En 1961 se efetuó el cuarto Mundial de Béisbol Amateur y Venezuela le ganó a Cuba. Luego fuimos contra México a la final y quedamos subcampeones mundiales», recuerda entre unos de sus logros más importantes.

Ese año también fue a su tercer Nacional juvenil y al siguiente al cuarto, en Maracaibo, donde Zulia quedó campeón en el estadio Alejandro Borges derrotando a Sucre 2-0.

Lauros más importantes

También fue a los Juegos Centroamericanos y del Caribe 1969 en Panamá donde Venezuela quedó campeón.
Participó en los Juegos Bolivarianos Maracaibo 1970 y fue convocado el próximo año a la preselección a los Juegos Panamericanos en Cali, Colombia, pero no asistió porque comenzó a trabajar en la insdustria petrolera.

«De allí salté al béisbol doble A con el equipo Standar de Tía Juana y fui dos veces al Campeonato Estatal. Luego fui como refuerzo de OCP a un Nacional de Yaracuy y logramos clasificar», indica.

Durante los últimos años que estuvo activo se fue desarrollando como mánager pues su tutor, Antonio Bríñez, le dio esa oportunidad con el equipo de la Lotería del Zulia, función que cumplió a cabalidad ganando 22 juegos en rol de jugador-manager a la edad de 27 años.

Esa faceta, en el año 1973, marcó su retiro definitivo como pelotero y técnico activo en el béibol doble A pues se decidió por su trabajo en las petroleras. Allí también cumplió funciones de técnico en sofbol, pero al servicio de la industria.

Luego probó como mánager de softbol con el equipo Corpoven logrando tres campeonatos estatales y fue a dos nacionales. La industria lo absorvió por completo y no pudo ir a la tercera.

Incluso en sus años como juvenil desechó ofertas para saltar al béisbol profesional dando preferencias a sus compromisos en las petroleras donde sirvió por 27 años hasta su jubilación.

Actualmente disfruta su retiro al servicio del club deportivo Canchancha donde suma 40 años ejerciendo diversas funciones, desde directivo hasta coordinador de eventos deportivos gozando de buena salud a sus 78 años, mientras trabajan por el renacimiento de las instalaciones golpedas por la crisis económica y dos años de inacción tras la pandemia.

Luis Bravo
Foto: Luis Bravo

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