El entrañable viaje de Yilber Díaz para cumplir su sueño
Tenía 18 años cuando se fue a Perú a vender caramelos, helados y postres para ayudar a su familia en Venezuela
La vida en general y el beisbol tienen dos cosas en común: Hay centenares de historias de perseverancia y superación; de nunca bajar los brazos por muy cuesta arriba que este la situación, pero cada una tiene un matiz único que las hace entrañables. Ese es el caso de Yilber Díaz, el niño de Guatire que a base de trabajo duro y resiliencia por nunca desistir de su sueño, por ser “alguien en la vida” como el mismo dijo, se convirtió en el pelotero nacido en Venezuela número 482 en debutar en Grandes Ligas y el noveno en hacerlo este año.
A round of applause for the rook! 👏 pic.twitter.com/nPYnw0tSBM
— Arizona Diamondbacks (@Dbacks) July 9, 2024
Y de qué manera debutó, dejando en una carrera durante seis episodios a la poderosa ofensiva de los Bravos de Atlanta, frente a su público; en Chase Field, con el equipo -Cascabeles de Arizona- que le dio su primera oportunidad en el beisbol profesional al firmarlo por tan solo 10 mil dólares en febrero de 2021 cuando ya se aproximaba a sus 21 años, un monto realmente bajo considerando las cifras que se ven hoy en día.
No obstante, detrás de eso hay mucho más, un viaje; literalmente, donde hubo mucha comprensión, descubrimiento y sobre todo lucha para alcanzar su sueño. Hablamos de hace un lustro, tenía 18 años y se fue a Perú a vender caramelos, helados y postres para ayudar a su familia en Venezuela. Eso, mientras entrenaba en un campo de fútbol y preparaba su retorno al país para conseguir su tan anhelada rúbrica.
Ascenso acelerado a través de las sucursales
Tal fue el deseo de Yilber Díaz de llegar al ‘Big Show’ que su ascenso por el sistema de sucursales de los Cascabeles fue muy rápido. Poco importó el hecho de haber firmado cinco años después que el promedio de los jóvenes peloteros en la actualidad que llegan al llamado beisbol organizado. De hecho, MLB Pipeline lo tiene valorado en estos momentos como el 16to mejor prospecto de la franquicia que hace vida en Phoenix.
“Me siento muy feliz, estaban mi mamá y mi papá (al teléfono) y les dí la noticia. Fue impresionante”, relató el diestro de 23 años en un audiovisual de los Dbacks acerca del momento de su llamado al equipo grande. “Siempre dije: ‘Tengo que superarme y ser alguien en la vida’. Por eso trabajaba y le pedía a Dios todos los días porque se cumpliera mi sueño”.
Unas horas antes de recibir la llamada de su vida había sido nombrado Jugador de la Semana en la Liga de la Costa del Pacífico con los Reno Aces (filial Triple-A de los desérticos). Eso, luego de establecer un tope personal de ponches en su carrera en Ligas Menores (13) durante una apertura el pasado primero de julio, donde lanzó seis innings sin hits ni carreras ante Sacramento River Cats (Gigantes).
Y es que el ponche es su carta de presentación. MLB.com detalla que el año pasado; en el que lanzó más de 100 capítulos por primera vez como profesional (102.2), su tasa de guillotinados de 31.8% fue la novena mejor entre 272 serpentineros de Ligas Menores con triple dígito de actos de labor. Eso, en un año en el que dividió su actuación entre Clase-A Avanzada (Hillsboro) y Doble-A Amarillo.
Para Yilber Díaz el trabajo lo fue y es todo
Aún este año seguía trabajando; todo por llegar a las Mayores, su recta alcanza las 98mph con un promedio más allá de las 90 -tal y como se vio ante Atlanta-, una curva superior a las 70 y un cambio un poco por debajo de 80 millas. Los Dbacks se entusiasmaron con la idea de que trabajara en un tercer envío secundario, pues añadió una slider que roza las 80mph y que fue uno de sus aliados ante Atlanta; con él pudo sacar de paso a muchos de sus rivales.
Su mensaje para la humanidad y los jóvenes soñadores; como creyente que es, va enfocado en el trabajo arduo como el único catalizador para lograr los sueños. “No le bajen (a su esfuerzo), es muy importante trabajar y arrodillársele a Dios cada dia”.
Fuente: Líder
Foto: Cortesía / Agencias