“¡La pista, queremos la pista!” Es el clamor del atletismo zuliano
Según la IAFF el manto sintético de una pista de atletismo debería ser sustituido cada 10 años luego de dos ciclos olímpicos. La del «Pachencho» tiene 23 años de construida, desde los CAC 1998.
La pista atlética del estadio “Pachencho” Romero de Maracaibo ha llegado a un grado de deterioro tal que, tanto atletas como entrenadores, temen que una lesión pudiera cercenar la carrera deportiva de un velocista por el resto de sus vidas.
Ya se presentaron accidentes por esta causa, pero sus consecuencias no han pasado a mayores. Andrés Bastidas se produjo una luxación de último grado en su codo izquierdo realizando un entrenamiento de 110 metros con vallas. En plena carrera su pie se incrustó en uno de los huecos del manto sintético y rodó provocándose la lesión, que lo mantuvo cuatro meses fuera de la pista.
“El problema se complica porque no tenemos ningún tipo de atención médica, no hay fisioterapeuta y nosotros mismos, padres y atletas tienen que pagar los gastos que acarrea una lesión como esta, desde llevar el herido al hospital hasta comprar el último medicamento”, explica Harold Augusto, entrenador del club Harold McTeam.
Ese es solo un ejemplo de tantos accidentes. Santiago Quintero, corredor infantil de 12 años que llegaba a la meta en la prueba 300 metros full, tropezó y rodó provocándose múltiples “raspones” en las manos, rodillas y cintura. También pasó a retiro por varias semanas mientras se recuperaba.
Fin de la vida útil
Según Marcos Acosta, directivo de la Federación Venezolana de Atletismo, quien estuvo en el equipo que supervisó la construcción de esta pista y de otras en el interior del país, la vida útil del manto sintético es de 10 años. “Este periodo fue aprobado por la IAAF que establece que luego de dos ciclos olímpicos, una pista debe ser sustituida en cualquier parte del mundo”, apunta el federativo zuliano.
Tomando en cuenta que el material sintético de la pista Arquímedes Herrera del “Pachencho” se sustituyó en 1998, cuando se celebraron en Maracaibo los Juegos Centroamericanos y del Caribe, entonces tiene 23 años, 13 más de lo que abarca su vida útil.
“A ello se suma lo que no queremos entender: Que la pista es solo para la alta competencia, no es para entrenar, caminar o pasear en ella. Eso sucede con la pista de Maracaibo, situación que ayuda a restarle vida últil”, afirmó Acosta.
En la recta de los 100 metros planos falta casi el 50% del manto sintético, asomando el duro concreto contra el cual impactan los pies de los atletas en las carreras de velocidad con una fuerza de hasta dos veces su peso corporal.
“Las consecuencias de ese impacto contra el suelo sin amortiguación, aparte de las lesiones, son un bajo rendimiento, dolores musculares, dolores de cabeza, fatiga extrema y una larga y más difícil recuperación del atleta”, señala Macoli McGregor, entrenador y presidente de la Asociación Zuliana de Atletismo.
El técnico acota que Zulia pudiera volver a convertirse en la potencia de atletismo que siempre fue, pero necesita la pista. “La pista es primordial para continuar la masificación y el desarrollo. Sin pista no podemos avanzar. Los muchachos de Maracaibo y los municipios quieren venir a correr en el ‘Pachencho’ solo por hacerlo en la pista. Pero cuando llegan y ven este desastre se desaniman y no quieren volver. Y si se lesionan menos regresan”, señala.
Recientemente el presidente Nicolás Maduro anunció que aprobó los recursos para reparar el estadio “Pachencho” Romero, en el marco de la bienvenida a los atletas paralímpicos que ganaron siete medallas en Tokio 2020 de las cuales, cinco fueron aportadas por corredoras zulianas, que se formaron en esta pista.
“Tenemos que reparar todas las estructuras deportivas, estadios, canchas, pistas de atletismo. Aprobé todos los recursos para reparar el ‘Pachencho’ Romero en el Zulia”, comunicó el dignatario.
Los atletas zulianos están esperando que este anuncio comience a hacerse realidad, este mismo año, para devolverle al Zulia nuevamente el prestigio que tuvo en atletismo causando temor al resto de las entidades porque sus velocistas, saltadores y lanzadores eran los enemigos a vencer en cada competencia nacional.
Luis Bravo
Foto: Luis Bravo
