Messi agranda su leyenda haciendo historia por los siglos de los siglos
El mundo continúa la fiesta por el triunfo suramericano en Qatar 2022.
A Messi le brillaban los ojos y no era un brillo con llanto. Si acaso lloraba, era por dentro: lágrimas en el alma. Pero por fuera, su cara era solo felicidad, un rostro iluminado por el resplandor de la Copa de oro que tenía en frente y que tanto miraba, como quien aún no se la cree, como quien aún duerme un sueño. La acarició con delicadeza, con la palma de la mano, provocándola a ver qué pasaba, y al verla tan cerca y tan suya, se animó y le dio un beso suave y corto, y la volvió a mirar, como quien se pregunta: “¿y después de esto, quién seré yo mañana?”.
Hay abrazos. Por todos lados hay abrazos. La Argentina salió campeón del Mundo y los jugadores viven su merecida fiesta infinita que se inició apenas Gonzalo Montiel metió el cuarto penal, que selló la serie ante Francia. Entre tantos brazos que se entrelazan, están los de Lionel Messi y Angel Di María, los amigos de la vieja guardia, los perseverantes incansables, los rompedores de paredes. Tienen la Copa en la mano, la miran con ojos de amor incondicional. De pronto, la dan vuelta y leen que en la base estan grabados los nombres de todas las selecciones ganadoras en cada edición. Se miran entre ellos como sorprendidos. No caen todavía que ahora forman parte de esa historia gigante.
Fuente: El Tiempo de Bogota / Clarín
Foto: Clarín