Bravos de Margarita nació en el Zulia hace 34 años
Luis Aparicio fue mánager de la divisa en dos temporadas cuando se llamó Petroleros de Cabimas
Los ahora temibles Bravos de Margarita, que están muy cerca de tocar la gloria, tuvieron su origen en tierras zulianas y hasta compartieron el «Nido» con las Águilas del Zulia en los primeros años de su historia.
El gran Luis Aparicio Montiel, Atleta del Siglo 20 y único pelotero venezolano en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas, fue mánager de la divisa en las temporadas 1992-93 y 1993-94 que, con el nombre de Petroleros de Cabimas, había debutado en la camapaño anterior (1991-1992) piloteada por el cubano José Martínez, su primer timonel.
El equipo salió a la palestra criolla en 1991 con la expansión de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional junto con Caribes de Oriente, hoy Caribes de Anzoátegui.
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El estadio Víctor Davalillo de Cabimas fue la primera sede del equipo que tuvo en Hernán Alemán, un dirigente deportivo prestado a la política, su motor impulsor.
La primera junta directiva estuvo integrada por Hernán Alemán, Andrés Finol, Joaquín Barboza, Guillermo Belloso y Marcos Urrutia.
El equipo jugó cuatro temporadas como Petroleros de Cabimas durante las cuales siempre terminó en el último lugar de la tabla de posiciones de la división occidental.
En 1995 cambia su nombre a Pastora de Occidente y se muda al estadio Luis Aparicio «El Grande» de Maracaibo compartiendo sede con las Águilas del Zulia. El nombre de Pastora rendía homenaje a la antañona divisa y a su rivalidad contra Gavilanes en la Liga Occidental.
Nuevamente los malos resultados mantienen a la divisa de bajo perfil y en la temporada 1997-1998 se mudan al estado Portuguesa cambiando su nombre a Pastora de Los Llanos. 10 años tuvo de sede el estadio bachiller Julio Hernández de Acarigua-Araure donde tampoco pudieron clasificar a la postemporada.
En la campaña 2007-2008 cambian su nombre a Bravos de Margarita y se mudan a la isla tomando como sede el estadio Nueva Esparta del cual, durante las cuatro zafras anteriores, debieron mudarse a Caracas jugando el Universitario sin cambiar de nombre.
El año pasado regresaron a la isla y la suerte parece sonreirle esta vez cuando, con dos triunfos sin derrotas, parecieran haber amarrado el título. De lograrlo, habría por fin germinado una semilla que tuvo 34 años esperando para ver la luz del triunfo.
Luis Bravo
Foto: Archivo