Béisbol

Se vaciaron las bancas en la final junior de Pequeñas Ligas

Un mal momento se vivió durante la final junior de Pequeñas Ligas entre los peloteros de San Francisco y Coquivacoa

Un acontecimiento inusual causó admiración, sorpresa y hasta preocupación en técnicos, autoridades y directivos de los circuitos protagonistas en la final junior de Pequeñas Ligas, que celebró su última jornada este sábado 8 de marzo en el complejo de San Jacinto.

Dos peloteros, tras un ponche, se tropezaron a propósito en actitud poco amigable y se dijeron palabras lo que provocó que los jugadores de ambos equipos, Coquivacoa y San Francisco, salieran al terreno en actitud ofensiva, tal como sucede en los juegos del béisbol profesional, con una conducta, a todas luces, condenable en este escenario y con estos protagonistas.

La situación no fue a más gracias a la rápida intervención de los técnicos de ambos conjuntos, de los directivos del Directorio Nacional de Pequeñas Ligas de Venezuela (DNPLV) presentes y de los encargados de la dirección de ambas ligas, que neutralizaron la incómoda escena.

La acción provocó la expulsión inmediata del juego de ambos peloteros, pues las Pequeñas Ligas no admiten este tipo de conducta dado que según su filosofía el objetivo del movimiento es social y el juego es solo el medio.

Inmediatamente tras lo ocurrido, en el mismo terreno de juego, se convocó a una improvisada reunión que tuvo como actores a Violeta de Ocando, del DNPLV encargada del evento, el jefe de árbitros Omar Silva y los mánager de ambos equipos, para aclarar el punto y recordar las reglas de las Pequeñas Ligas en este aspecto.

La reunión permitió revocar la medida de expulsión de ambos jugadores, que continuaron su trabajo, pero con la advertencia que una nueva actitud similar obligaría a la salida de los protagonistas Ipso Facto.

Este hecho ocurrió posteriormente a otro que también había obligado a la intervención del DNPLV: El lanzador de turno golpeó al bateador, que por regla avanzó a primera base, tras lo cual el pitcher debió ir hasta la inicial a dar la mano al bateador en tono de disculpa, pero esta regla no se cumplió.

Paralelo a la emoción del encuentro, quienes acuden ajenos a ambos equipos a cubrir las incidencias de tan importante acontecimiento deportivo, no pueden ignorar el ambiente de tensión que se vive en estos escenarios donde la adrenalina sube al máximo.

Quizá derivado de la rivalidad creciente entre ambas divisas, que simbolizan la polaridad del norte y el sur de la zona metropolitana del Zulia, estos capítulos desdeñosos están tomando cada vez más espacio durante las fases importantes de los interligas, entre ellas la series finales.

Pareciera que la ausencia de autoridad tomara terreno y la anarquía se impusiera ante el orden de la norma. No es la primera vez que sucede.

Casos peores están en litigio con la incertidumbre en el horizonte de que quizá no se resuelvan y dejando terreno abonado para que se repitan.

En el año del 70 aniversario de las Pequeñas Ligas de Béisbol de Venezuela sería momento propicio para retomar el buen ejemplo con el cual nació el movimiento en Venezuela y devolverle su auténtica filosofía.

Luis Bravo
Foto: Luis Bravo

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