Lanzador zuliano José Dávila pisa firme la lomita con Cardenales de San Luis
El lanzador José Davila jugó en la Pequeña Liga La Limpia y se estrenó con Cardenales de San Luis este año en Clase A fuerte. Firmó en Venezuela con las Águilas del Zulia.
El novato José Dávila pisó en firme a la primera oportunidad que le dio Cardenales de San Luis y se estrenó como lanzador de los pájaros rojos jugando en Clase A media durante la temporada 2021, dejando grata impresión a todo el personal técnico en esta categoría.
El maracaibero de 19 años, que proviene de la Pequeña Liga La Limpia, registró buenos números durante su primera campaña en estados Unidos donde fue invitado al Spring Traininig, fase que no pudo hacer completa debido a la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, a pesar que no lanzó en juegos de preparación en la rookie durante los entrenamientos primaverales, fue llamado por el equipo de la Clase A media al inició de la campaña en las Ligas Menores, donde realizó su primer lanzamiento oficial en un partido de su organización.
Allí debutó en la lomita como relevo y continuó en la liga durante unas dos semanas, tras lo cual fue bajado nuevamente. “Siento que pude haberlo hecho mejor, pero lo más importante fue la experiencia”, reflexiona.
En el resto de la temporada lanzó 51 inning quedando con efectividad de 3.34, despachó 54 ponches y culminó segundo en la liga, ganó dos juegos y perdió uno. Además fue seleccionado por la organización como el mejor del Año en su categoría.

“Los técnicos, y principalmente mi jefe, me felicitaron pues fui invitado directamente a Estados Unidos donde debuté”, dice Dávila orgulloso de este acontecimiento.
El gran salto
José Davila comenzó a jugar en la Pequeña Liga La Limpia, a los siete años en la categoría pitoquito, y se fue a los 12 años, siendo aun infantil, a comenzar una nueva etapa en su vida cuando la gente de Los Cardenales de San Luis se mostró interesado en su firma.

Sin embargo, le permitieron seguir jugando con la selección júnior hasta los 14 años, último equipo del que formó parte en la liga del estadio Libertador, que fue su segunda casa.
El pelotero comenzó a destacar desde temprana edad y siendo infantil fue visto por técnicos de varias organizaciones, que se interesaron en el muchacho de 12 años.
La mamá, Noralí Muñoz, quien le ha guiado desde sus inicios, quería que se graduara primero antes de comprometerse con alguna de ellas.
Tras impresionar con su portento en una final de La Limpia contra Cacique Mara, un técnico de San Luis contactó a Noralí y comenzaron los pasos de su camino al béisbol profesional.
Inició como jardinero, pero se estableció como lanzador, rol en el que ya suma trío de años.
Antes, también se interesaron en su firma los Rockies de Colorado, Gigantes de San Francisco, Kansas City, Azulejos de Toronto, Piratas de Pittsburgh, Diamondbacks de Arizona y Medias Rojas de Boston, asedio que habla del gran potencial de Dávila.
Este año fue invitado a los campos de entrenamiento primaverales aun cuando dentro del plan de la organización tenían previsto llevarlo en 2020 a República Dominicana, pero la pandemia cambió todo. En Venezuela firmó contrato con Águilas del Zulia en la pasada campaña.

Actualmente se encuentra con su familia en Maracaibo. El 30 de octubre viajó a Dominicana a cumplir un plan de trabajo, que persigue ganar fuerza por lo que que tampoco jugó con los rapaces en esta campaña.
“Debo aumentar la fibra muscular. Me recomendaron mejorar el ritmo, agarrar bien la pelota, prepararme para el siguiente bateador y recibir a cada uno con strike”, acota el espigado serpentinero de dos metros de altura.
Aspira a que el trabajo en Dominicana le permita llegar pronto Clase A. “San Luis confía mucho en mí y espera grandes cosas. Quiero a responder a esa confianza”, añadió el derecho que estima llegar en unos tres o cuatro años a la Gran Carpa y algún día “colocarme un anillo de Serie Mundial”.
Luis Bravo
Fotos: Luis Bravo