Alcaraz vuelve a hacer magia en Cincinnati
Alcaraz vuelve a pelear por el título en un campeonato gris, donde no ha dado su mejor versión y ha dejado más dudas que certezas.
En un duelo que parecía perdido, sacó fuerzas de flaqueza para dar la vuelta al marcador (2-6, 7-6, 6-3) ante un Hurkacz que tuvo minutos de auténtico dominio. Salvando una bola de partido, consiguió levantar al público de sus asientos y, lo más importante, volver a encontrarse a sí mismo.
El inicio de partido de Alcaraz era una extensión de las dudas que dejó en las rondas anteriores y en Toronto. Atípico, no parecía él mismo. No estaba cómodo con su volea y apenas hacía esfuerzo para resistir los continuos ataques de Hurkacz. Con el 0-3 en contra en el primer set parecían encenderse las alarmas.
Comenzó a anotar sus voleas características e imponiendo su ritmo en la pista. Las dejadas clásicas no le entraban, en parte también por el gran nivel de Hurkacz. El optimismo se eclipsaba con los incontestables saques del número 20 del mundo. Con el 1-4, el set parecía cuesta arriba. El intercambio de golpes parecía favorecer a Carlos, que tampoco estaba seguro con el saque.
Los errores comenzaban en ambas partes, pero el gran saque, con varios ace de por medio, seguía impulsando a Hurkacz a llevarse la primera manga. No tardaría en llegar otra rotura de saque para poner un imperial 2-6, reflejo de lo que sucedió en la pista, en el primer set.
Esta falta de energía se trasladó al inicio del segundo set. Hurkacz no dejaba lugar a elucubraciones con un juego en blanco con su saque. Alcaraz ganaba confianza e igualaba la actitud en pista. Un remate de espaldas levantaba al público y sacaba su sonrisa, por primera vez en el partido, pero Hurkacz seguía siendo un muro. Con el 1-1 y la posibilidad de romper el saque, el polaco sacó fuerzas de flaqueza.
Ya en el cuarto juego, con Alcaraz sacando, tuvimos el punto del partido. Dejada de Hurkacz, Alcaraz no llega y acaba en el suelo, se levanta el español y se chocan la mano en la red. La ilusión de Carlos por encontrar su mejor versión se cerraba con cada saque de Hurkacz. El polaco, en uno de sus mejores momentos de forma, dominaba cada golpe.
A pesar de un momento de duda del número 20 del mundo, Alcaraz no supo aprovechar golpes fáciles para romper el saque rival con el 3-3 en el marcador. Con un 2-4 en contra en el desempate, Alcaraz demostró por qué es el número 1 del mundo. Le dio la vuelta al marcador en cuestión de segundos, levantando al público de su asiento y consiguiendo un segundo set que parecía inverosímil.
Ya en la tercera manga, la presión parecía estar del lado del polaco. Alcaraz salvó una bola de partido, y eso le dio energía para acabar con cualquiera. Con un 2-1 a favor, se metió en la cabeza de Hurkacz, le hizo fallar lo más fácil y se vino arriba con lo más complicado. Ya con el break completado, el resto fue un mero paseo
Alcaraz llega a otra final, vuelve a pelear por el título en un campeonato gris, donde no ha dado su mejor versión y ha dejado más dudas que certezas. Salvando una bola de partido y levantando al público salió el Carlos más reconocible, el que no da opción al rival. Se ha encontrado a sí mismo en el mejor momento. Ya solo queda el paso final antes del US Open.
Fuente Marca.com
Foto Cortesía